Martin, del rugby al periodismo
Mirada adusta. Aspecto rígido. Voz inquebrantable. Christian Martin es de ese estilo de personas que difícilmente pasen inadvertidas. Periodista de alma, rugbier consagrado, este gigante que nos tenía acostumbrados a sus coberturas deportivas, hoy es un pilar – nunca mejor dicho – de diferentes programas de noticias sobre el Covid 19.
Desde el inicio de la pandemia brinda diariamente los números y la situación que se vive en el Reino Unido.
De pronto se volvió una costumbre ver su imagen y analizar su mirada que, sobre todo en las últimas semanas, es una mezcla de tristeza y frustración. Al día de hoy, el Reino Unido suma más de 50.000 muertes y se estima que superará en números incluso a Estados Unidos, a pesar de la diferencia territorial.
El hombre duro de las noticias, nacido en octubre de 1971, reside en Inglaterra desde el 95. Casado con una docente francesa y padre de dos adolescentes recuerda con cariño a su país de origen. Quizás algo de melancolía pueda invadirlo al mencionar su infancia en el colegio Marín de San Isidro y su eterna y reconocida pasión por el Club Atlético San Isidro (CASI) donde conserva aún muchos de sus amigos.
Christian fue el primer jugador de rugby argentino en lograr un contrato, lo que no es poca cosa: “El rugby y la comunicación siempre fueron mi vida. Dividía mi tiempo entre el club y la Universidad del Salvador. Cuando competíamos a nivel CASI, Seleccionado de Buenos Aires o Seleccionado Argentino nos ofrecían viajar y hacer experiencia en otros países jugando para diferentes clubes. Pasé por Francia y, cuando en 1995 el rugby se convirtió oficialmente profesional, logré ingresar en el club Saracens en Londres. Es por eso que fui el primer jugador argentino profesional de la historia en tener contrato”, recuerda satisfecho.
De esta manera arribó al Reino Unido para jugar profesionalmente cinco años en Inglaterra y en Gales hasta su retiro en el 2000. Era momento de darle espacio a su otra gran pasión: el periodismo.
“En la primaria ya tenía mi diario. Imprimía cien ejemplares. Trabajaba gratis para el imprentero y lo financiaba con avisos de los negocios del barrio”, afirma orgulloso.
Martin admira la vida de los ingleses pero no duda en cuestionar la manera en la que se manejó el gobierno con el Covd 19 “En Europa y sobre todo en el Reino Unido hay mucho respeto por la tradición, por la historia. Hay transparencia en muchas cosas pero en esta tragedia nuestro gobierno actuó mal; de manera tardía con demasiado desconocimiento, sobre todo en las primeras semanas Eso acá es imperdonable. No hay excusas por los recursos que tenemos”.