Esto que van a leer no comenzó siendo una carta. Fue escrita en mi diario a principios de mes. No puedo creer que hace tanto tiempo que no escribo. Más de tres meses. Tampoco he podido escribir mis CARTAS A ALGUIEN. He perdido la inspiración. Espero que sea momentáneo. La CARTA 8, la comencé varias veces con distintos temas pero, por alguna razón, no pude- hasta ahora- redondear alguna idea.
La larga pandemia y las lejanas esperanzas de encontrar una solución, o sea, una luz al final del túnel han ido minando mis sentimientos. Mis alegrías y sentido del humor se han ido apagando y a pesar de pedir sin cesar al Espíritu Santo que me inunde de sabiduría, aún no lo logro. Además han surgido problemas de salud y materiales, y todo eso me fue bajoneando.
Sé que voy a salir de esto, como siempre lo hago, pero aún no encuentro la motivación. Siempre trato de ser feliz y valorar lo que tengo y no lo que desearía tener.
Han habido momentos difíciles en mi vida y he salido airosa. Sé que ahora lo haré también. Pero el aislamiento, los pronósticos no tan alentadores, el tiempo que sigue pasando, el miedo que continuamente nos están inyectando, los intereses creados, la situación política con eternos personajes tratando cada uno de tirar para sÍ , sin unirse para evitar así destruir al país, y tantas otras cosas han logrado hacer de mi, «optimista por naturaleza», esto que soy hoy y aunque trato de disimular, no lo logro.
Por eso, hoy, me levanté muy temprano y comencé a escribir en éste, mi DIARIO y de pronto me dije, ésta va a ser la CARTA 8, las que tengo iniciada será mi próxima publicación en donde les explico mis sentimientos actuales.
Extraño besar a mis hijos, tocarlos y ni hablar de mi nieto de 4 meses Deseo con el alma alzarlo y super besarlo. También extraño tremendamente el contacto social con mis amigas, estar un par de horas sentadas en un bar frente a una taza de café, charlando, viendo pasar gente. Tan simple como eso.
Bueno, ya está, ahora a lavarme la cara, a respirar hondo y a poner en práctica una frase que dice un personaje de la película GUNJAN SAXENA
«TRABAJEMOS EN LO QUE PODAMOS CONTROLAR Y DEJEMOSLE EL RESTO A DIOS».
Este sitio utiliza cookies. Al utilizar este sitio estas dando tu consentimiento a las cookies que se utilizan. Vea nuestra Política de Privacidad y las Políticas de Cookie. Estoy de acuerdo