«Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”.
Con estas palabras comienza Charles Dickens, «Historia de dos ciudades»,narrando la vida en el siglo XVIII; la Revolución Francesa de 1789 marcó un antes y un después en la historia mundial. Napoleón emergió en esta Revolución y tuvo un admirador dentro de la música que le dedicó una sinfonía…. Este hombre fue Ludwig van Beethoven. A esta obra la tituló La heroica pero, cuando Bonaparte se autoproclamó emperador, el compositor tachó con lápiz su nombre; rompió la hoja y dejó la marca de su enojo.
Beethoven nació en diciembre de 1770, probablemente el 16, pero, también pudo haber sido el 15. El compositor vivió sus primeros años creyendo que había nacido en 1772 y este no es un dato menor para entender cómo este niño se convirtió en una de las figuras más importantes a nivel mundial y que hoy, a 250 años de su nacimiento, continúa deleitando con su obra, cada rincón delmundo.


































