Epecuén es Argentina, pero a casi nadie le importa ese pueblo en ruinas. Y sólo por nombrar alguna zona olvidada nombro a Epecuén. Hay otras que están tomadas por otros mandos: los del narcotráfico. También son Argentina, pero ahí perdimos soberanía.
Gibraltar es España del mismo modo que Malvinas son de Argentina, pero viendo la desidia de tanto gobierno nacional, provincial y municipal sobre el territorio que administra, no me preocupa, hoy quién gobierne sobre las islas.
En provincia de Buenos Aires, donde sobrevivo, muere gente a manos de delincuentes casi todos los días. Si no viven acá, pueden verlo en las noticias.

. Ese rostro que se pierde tantas veces tras una expresión que, con el tiempo, se volvió marketinera y futbolera
Por eso lo que me importa a mí, hoy, 2 de abril, no son las islas. Son las vidas. Las vidas que perduran y las perdidas, las almas de todos los soldados, vivos, muertos o suicidados. A los que aún no se les rinde el debido respeto ni se les paga lo correcto. No sirve de mucho andar poniendo fotos en Instagram, posteos en X o en Facebook, o videos en TikTok una vez al año para ellos. Batallar por una buena pensión de guerra sería mejor.
Hoy quiero, entonces, compartir un libro que tuve el honor de que un héroe de guerra me firmara, con la más absoluta sencillez. Un hombre que fue un joven de 18 años que, absolutamente solo, frenó la avanzada británica con un arma. Oscar Ledesma cuenta que, cuando se le acabaron las municiones y finalmente los ingleses llegaron hasta él, la pregunta fue: «¿Y dónde está el resto?». Y no podían creer que sólo un «pibe» de 18 los había tenido a distancia tanto tiempo.
En la dedicatoria aparece también la firma de Juan Gómez Centurión, un Veterano de Guerra al que pueden recordar porque después se presentó a una elección presidencial.

Teniente Coronel Mohamed Alí Seineldín en Malvinas
Tanto Ledesma, con 18 años, como Centurión, siendo un militar de carrera, formaron parte del Glorioso Regimiento de Infantería Mecanizado, bajo las órdenes del Teniente Coronel Mohamed Alí Seineldín. «Bravo 25» pueden leer allí. Estamos hablando de lo mismo.
LUIS Y LOS FANTASMAS La posguerra de Malvinas y sus consecuencias está escrito por un hombre que era un chico cuando peleó por la patria. No es un texto de un analista de escritorio ni de un orador de radio y televisión. Tampoco es un texto histórico. Es un libro de experiencias y emociones de un soldado, que sublima el dolor convirtiéndose en poeta, en escritor.
Visitar lo que ellos vivieron de primera mano me parece mucho más reparador. Escucharlos, darles cámara, micrófono… Darles su propio rostro. Ese rostro que se pierde tantas veces tras una expresión que, con el tiempo, se volvió marketinera y futbolera. La gesta de las Islas Malvinas no tiene nada que ver ni con las remeras, los stickers, o la Selección Argentina.
Es lo que siento al respecto. Espero no molestar con esto.

































