«¿¡Pero cómo te enterás de estas cosas!?»
Esa pregunta me la hacen muy seguido. Otra, que también escucho es: «¿¡De dónde sacaste ese datazo!?»
Mi respuesta suele ser siempre la misma. Si no lo saqué de un libro o de una película, me enteré por redes sociales.
«Yo no me entero de nada de eso. A mí me llegan memes y pavadas».
Es muy probable. Pero de eso la culpa no la tiene el algoritmo. De eso, la culpa la tenés vos.
El juego es simple y el funcionamiento de las reglas es sencillo. Pero, para que el algoritmo juegue a tu favor, primero tenés que aprender a jugar.
Las redes no te acercan cualquier tipo de contenido. Lo que aparece en tu feed es lo que el algoritmo sabe que te interesa, porque se lo contaste vos. Sí, vos.
Cada clic que hacés, cada página o blog que leés, cada canal de YouTube que seguís, cada cuenta de Patreon, Twitch, Pinterest, Facebook, LinkedIn, Tik Tok, Twitter, Kwai, Instagram o canal de Telegram… Cada cosa que decís o hacés frente al micrófono y a la cámara del teléfono celular… todo, todo, el algoritmo lo sabe, lo guarda, lo procesa y te lo acerca.
¿Te parece de ciencia ficción lo que te acabo de decir? Lamento, entonces, decirte algo más, y no te va a gustar. Tenés Wi Fi, Internet y celular pero todavía no dejaste el siglo XIX atrás.
¿Por qué pensás que con cada app que te bajás te piden tener acceso a tu micrófono y a tu cámara? No. No es porque se mueren por ver nuestras caras. Tampoco les importa si tenemos amantes o si somos narcotraficantes. Eso es irrelevante. El algoritmo necesita otro tipo de información. Quiere saber qué te gusta y qué pensás, pero no para juzgarte. El interés es saber qué estás dispuesto a consumir y a comprar. Entonces esa información será usada para mostrarte cosas que te entretengan y te mantengan conectado, ¿enredado?, y te tientes con cosas que el algoritmo sabe que te gustan. Ese es el juego. Funciona así. Entonces, es hora de que nos hagamos cargo de lo que aparece en nuestro feed.

«Trato de no conectarme porque la red sólo me muestra pavadas» es otra frase muy escuchada, «sólo veo memes y esas idioteces, o las noticias de siempre, y no tengo ganas de amargarme». Ok. Entonces buscá otras cosas.
¿Qué sentido tiene compartir noticias que compartieron las redes de los medios oficiales más consumidos en tu país? Si a la gente que te sigue le interesan esas noticias, ya las vieron en la red de origen. No necesitan que se lo cuentes vos. Y, si no les interesa, mucho peor. Los vas a aburrir y se te van a ir de tu perfil. O te van a ignorar. Si querés jugar fuerte, apostando a ganar, salí de tus áreas conocidas. Buscá otros temas, leé redes de medios oficiales del exterior (si están en otro idioma, ¡mucho mejor!), metete en grupos con intereses diferentes, consumí canales alternativos, conocé gente de otros países, metete en nuevas redes, aprendé a manejarte en otros soportes, mirá películas que nadie mire, leé libros que no sean conocidos. Si querés enterarte de algo nuevo, ¡hacé vos algo distinto!
Desconectarse, el COVID19 te lo dejó muy claro, no es una posibilidad. Como ya dijo Nicholas Negroponte, o somos digitales o no somos. Hoy, si no te conectás, no existís. Entonces, si las redes te aburren, te dicen siempre lo mismo, y los memes ya no te divierten, es mejor que te empieces a preguntar: ¿con qué alimentás a tu algoritmo particular?

































