Allá por el año 2015, cuando comencé la tecnicatura en corrección de textos, me sucedió en varias ocasiones que me preguntasen «¿Qué estás estudiando?» y al responder «Corrección de textos» me mirasen como si hubiese dicho que viajaba a la Luna todos los fines de semana… para luego agregar «¿Y eso qué es?», «Nunca escuché hablar de esa carrera», «¿Pero es una profesión de verdad?», «El único corrector de textos que conozco es el del WORD», «¿Es corregir las faltas de ortografía?».
Si vos que estás leyéndome en este momento también me mirarías como si hablase de una carrera recién descubierta por la NASA, entonces este artículo es para vos. Comencemos por el principio y hagamos un breve repaso por los inicios del corrector de textos.
En los siglos XII y XIII comenzó a aparecer la figura del corrector de textos para enmendar los fallos que pudiesen cometer los monjes, quienes estaban encargados de salvaguardar los libros escritos. Si bien estos copistas debían realizar su labor en absoluta concentración y disciplina, alejados de cualquier distracción, existía igualmente la posibilidad de cometer errores, y como la necesidad de que estos libros quedasen impecables era imperiosa, surgió una figura cuya labor sería fundamental para el fin mencionado, y esta figura es nada más ni nada menos que la del corrector de textos.
Quien se desempeñase como tal debía ser instruido mínimo durante siete años por un maestro encargado de enseñarle todos los ámbitos del lenguaje y la cultura. Otra condición a tener en cuenta era la de poseer un ojo muy agudo y ser extremadamente detallista.
Ahora bien, ya que conocemos de qué forma surgieron los primeros correctores, les voy a contar cuántos tipos de correcciones existen, porque si bien es cierto que nos ocupamos de la ortografía, esta es una mínima parte de las tareas que tenemos los correctores.
Por un lado está la corrección ortotipográfica, que consiste en corregir los errores ortográficos y de puntuación. Controlar que cada punto, cada coma, cada acento y demás signos estén en el lugar que corresponde, también que las sangrías estén bien aplicadas, que no haya dobles espacios, entre otras cosas.
Después continuamos con la corrección semántica, la cual se ocupa de buscar el mejor vocabulario, que las palabras elegidas sean las adecuadas para designar el significado deseado. Este tipo de corrección ayuda a eliminar la repetición de palabras, cacofonías, redundancias, pleonasmos, etc.
Y por último, pero no menos importante, por el contrario, es una de las correcciones más relevantes, tenemos a la corrección de estilo. Esta corrección parte de una lectura global del texto y una reflexión sobre su significado. El corrector ayuda al autor a expresar el mensaje con claridad, de manera que el lector sea capaz de comprenderlo sin inconvenientes.
Muchos se preguntarán cuál es el ámbito de un corrector de textos. Correctores podemos encontrar en cualquier lugar que se requiera de la comunicación escrita u oral. Por supuesto que uno de los principales espacios en donde se desempeña un corrector es en una editorial, en donde los libros pasan por sus manos y, sobre todo, por sus ojos críticos, antes de ser publicados. El material a corregir puede ser cuentos, novelas, poemarios, ensayos, manuales escolares, tesis, biografías, etc. Pero también la figura del corrector se encuentra en redacciones de diarios, revistas, agencias de publicidad, incluso en canales de televisión y radios.
Hay algunos prejuicios en torno al corrector de textos, especialmente al que se dedica al ámbito de la ficción. ¿Qué hace y qué no puede hacer el corrector de textos? Se piensa, erróneamente, que el corrector es el enemigo del autor, que cuando un libro está bajo sus manos puede hacer lo que desee con él en cuestión de cambios. Esto es totalmente falso. El corrector es quien trabaja para el autor, el corrector no es el autor, por lo tanto se debe limitar a trabajar con lo que hay en el texto. Debe pulir el escrito en cuanto a los tipos de correcciones mencionadas anteriormente, pero no puede cambiar el sentido del mismo.
Un corrector profesional jamás impone su criterio, no puede cambiar la idea del autor e imponer la suya. Lo que sí puede es ayudar al autor a pulir su escritura para que el texto diga lo que realmente desea expresar. También sugiere determinados cambios, pero eso es una sugerencia, la última palabra siempre la tiene el escritor.
¿Qué se debe estudiar para ser corrector? Si bien, hoy se ve con mayor frecuencia a muchos hombres y mujeres que ofrecen sus servicios de corrección, no todos lo son de forma profesional. Se piensa que por tener nociones de ortografía ya se encuentran aptos para auto denominarse corrector y ejercer como tal. Pues no es así, no se dejen engañar. La tecnicatura en corrección de textos es una carrera terciaria que dura aproximadamente tres años. La dictan en varios institutos de forma presencial y online. Igualmente, vale aclarar, que los correctores estamos en continuo aprendizaje. Es necesario estar al tanto de las modificaciones que realiza constantemente la Real Academia Española, más conocida como RAE, a quien le rendimos pleitesía.
Otro dato muy relevante es que los correctores tenemos nuestro propio día de conmemoración, así es señoras y señores, nos pueden saludar el 27 de octubre de cada año, fecha instituida por la Fundación Litterae como el Día Internacional de la Corrección o Día del Corrector de Textos.
Espero que este artículo les haya servido para conocer un poco más sobre esta profesión tan calificada como cualquier otra, pero muchas veces más desestimada que el resto.
Y ahora sabés que si te encontrás con un buen libro es porque seguramente un corrector pasó por él y dejó su huella.