Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, que bien supo describir el poeta Horacio Ferrer en su Balada para un Loco. Invitan a recorrer nuevos lugares; conocer barrios que siempre estuvieron ahí, esperando que los conozcamos e incentivándonos para recorrer sus calles.
Parque de los Patricios es uno de los barrios que forman la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que enamora con sólo recorrerlo. Hace unos años se convirtió en uno de los puntos de la ciudad más destacados de la rica y vasta cultura argentina.
Limita con los barrios de San Cristóbal, Constitución, Barracas, Nueva Pompeya y Boedo.
Además de la enorme cultura que atraviesa Parque Patricios, es un espacio también en el que se respira fútbol. La “pasión quemera”, el amor de los hinchas por el Club Atlético Huracán hacen que cada fin de semana, el Estadio Tomás Adolfo Ducó vibre al ver a sus fieles seguidores dejar el corazón en cada partido.
La vida del famoso “Globo”
En 1873 se inauguró el “Trencito de la Basura”, que en siete viajes diarios llevaba la basura de la ciudad, por donde hoy conocemos como calle Oruro, hasta detrás del Camino al Puente Alsina donde se realizaba la quema de las mismas. Ese funcionamiento fue el disparador para darle nombre de “La Quema”, designación extendida a veces a la principal institución deportiva que alberga el barrio.
El estadio Ducó, conocido como el Palacio, es propiedad de Huracán tiene una capacidad de 48 314 espectadores. El próximo 29 de noviembre cumple 15 años desde que fue declarado Patrimonio Histórico y de Defensa Estructural de la ciudad de Buenos Aires por la Legislatura Porteña.
Posee el mayor Palacio educativo de la Ciudad de Buenos Aires, en lo que supo ser la quinta del Perito Francisco Pascasio Moreno (“Pancho Moreno”), un predio de una hectárea y media aproximadamente. Jefafatura de Gobierno de la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires Uspallata 3150
Cómo uno de los polos de la cultura de la ciudad ofrece las imperdibles visitas a las casas que fueron habitadas por Tomás Espora (Caseros 2530), un héroe naval y primer oficial argentino en circunvalar el planeta o la de Genaro Giacobinii (Caseros 3071), que fue el creador del guardapolvo blanco escolar. Allí, además de conocer cada rincón se puede revivir parte de lo que fue la historia del país.
La historia de la cárcel de Caseros
La Cárcel de Caseros tiene diversas historias interesantes que la rodean. Como anclaje criminológico, esa prisión es muy importante. Fue construida en 1877, y se inauguró en 1898 como una casa de corrección de menores varones. Estaba en la Avenida Caseros, frente al hospital Garrahan. Muchos menores huérfanos, terminaban allí.
La creación de la cárcel fue una idea originada durante el gobierno de Arturo Frondizi, de la Comisión Nacional de Construcciones Penitenciarias como parte de un complejo judicial que quedó truncado. Es por eso, en1963, tres años después de pensar el proyecto, decidieron abandonarla. Un informe del Servicio Penitenciario Federal que alegaba la inhumanidad e inviabilidad del proyecto.
Durante el gobierno de Juan Carlos Onganía, las obras fueron retomadas en 1969, pero recién fue inaugurada el 23 de abril de 1979.
En 1984 hubo un motín muy sangriento, donde los presos se dieron cuenta que los muros eran de ladrillo hueco. Allí nació la figura de los ‘Pitufos’, que se movían por las tuberías.
Tuvo presos famosos, como el “Gordo” Valor, Guillermo Coppola, o Beto de la Torre, uno de los asaltantes del Banco Río.
Era una cárcel donde constantemente ocurrían hechos violentos. Finalmente cerró sus puertas de manera definitiva en 2001.
Con el tiempo se utilizó como escenario de diferentes series y películas y los restos de la edificación se convirtieron en una atracción en sí mismos.
Visitar un barrio como Parque Patricios es el paseo perfecto de fin de semana para disfrutar en familia. Lo mejor de la cultura, el deporte y ni hablar de la gastronomía son parte de las atracciones que tiene para ofrecer. Un lugar diferente donde se respira la historia argentina. Un imperdible viaje en el tiempo.
