James Bond es una prueba más: escribir es una actividad mágica, Señor Juez
Hoy, 5 de octubre, es el Día Internacional de James Bond, o… mejor. Dicho en su idioma natal es «the James Bond Day«. ¿Por qué? Porque se celebra un aniversario más del estreno, la premiere, de la película James Bond contra el Dr. No.
El espía con licencia para matar pasaba de las letras de Ian Fleming a la pantalla, y por fin tenía una cara definida: Sean Connery. Fue un éxito cinematográfico porque lo había sido también literario. El rostro fue mutando, porque los actores envejecen, pero los personajes no. George Lazenby le prestó su aspecto una sola vez, lo siguió Roger Moore y Timothy Dalton. Después llegó Pierce Brosnan, y Daniel Craig es el último James Bond al que vimos en acción.
Cuando el escritor es un buen canalizador, el universo se apodera de sus textos y los convierte en mucho más que eso. Bond, James Bond, ya no es lo que Ian Fleming hace muchos años imaginó. No es un personaje perdido en las páginas de un libro. 007 es una entidad que creció, y se volvió independiente. Otros guionistas y escritores lo convocaron, y James Bond siempre llegó con su estilo propio, y se adueñó del libro, del guion y de la película.
Símbolo de una Nación: James Bond custodió a la Reina de Inglaterra. Todos los que lo vimos recordaremos cómo Isabel II se arrojaba en paracaídas junto a Double O Seven sobre el Estadio en la Ceremonia de Apertura de Londres 2012.
¿Quieren más pruebas?
En La esencia del mal (una novela de James Bond) la prueba está en la tapa.
«Una novela de James Bond» es una confesión de parte. Debajo, se lee: «Sebastian Faulks es Ian Fleming». ¿Cómo dudar de semejante declaración?
James Bond necesitaba ir a territorio hostil, en lucha contra el tráfico de heroína. Amapolas, terroristas y mujeres hermosas. ¿Cómo llegar a rescatar a la agente Pistacho si no tengo escritor que me ayude a lograrlo?, debe haber pensado. Entonces eligió al periodista Sebastian Faulks, que interpretaría a Ian Fleming, para guiarlo y que escribiera el relato. ¿Resultado? Se cumplió lo que nos dijeron: James Bond Regresará, James Bond Will Return
Y lo hizo con un buen texto.
Esta defensa está convencida de que las pruebas son contundentes y más que suficientes: escribir es un Acto de Magia. Las letras se independizan, sus creaciones cobran vida y empiezan a crear sus historias propias. Saltan de los libros al cine, del cine a la TV, de la TV a la historieta, de la historieta a la canción, de la canción al podcast, a un informe de YouTube, al ensayo de un filósofo y al dibujo de un artista, de un diseñador.
Escribir, señores, es mágico. Y puede ser peligroso.
Hoy, en el Día Internacional de James Bond, queremos dejar constancia de esto.