En ciernes está el Carnaval. Todos los años llega el feriado y salís a festejar. Tirás espuma y papelitos, bombitas de agua, y te disfrazás. Pero, ¿sabés por qué lo hacés?
El Carnaval se inicia siete semanas antes de la Pascua de Resurrección. ¿Cómo se sabe cuándo es Pascua? Marcando la luna nueva antecedente al primer día de primavera, en el hemisferio Norte. Será el primer domingo luego de que esta luna cambie a luna llena.
La palabra carnaval es el resultado de distintos orígenes. Y cada uno de ellos le brinda un matiz, o un antifaz, nuevo.
El origen del latín es carrum novales, car navales, porque recuerda a los carros navales que daban inicio a las fiestas del dios Dionisio, en Grecia.
Carne levandas, también expresión latina, se refiere a la abstinencia en el consumo de carne, en la cuaresma. Fue cambiando a carne levale, carne levamen, carneval.
Por otro costado llega el Carnario italiano, el Kerner alemán, que es el príncipe del Carnaval, donde se burla a la muerte… Carne Vale (carne, adiós).
Como verás, la propia palabra Carnaval viene con muchas máscaras.
¿Pero cuáles son los antecedentes del festejo? Son muchos, y muy añejos. Uno de ellos son las fiestas en honor a los dioses Apis e Isis, en Egipto. Otro son las Bacanales (en honor a Baco, dios del vino) y las Saturnales romanas (en honor a Saturno, patrono de la agricultura). Las fiestas dionisíacas griegas también pertenecen a los festejos que se reconocen como los antecedentes más cercanos a nuestro Carnaval.
Sin embargo, el Carnaval más emblemático como fiesta de enmascarados tiene su origen en Italia, más precisamente en Venecia, cuando en el palacio Ducal, el “giovedi grasso” (jueves anterior al miércoles de ceniza) se celebraban reuniones presididas por el Dux para recordar la derrota de Ulrico, patriarca de Aquileja, que cayó ante Venecia en 1170.
La fiesta comenzaba con el “volo dell’ Angelo” (vuelo del ángel), que representaba un trapecista que baja del campanario hasta la logia Foscari llevando un ramo de flores que le entrega al Dux. Aún hoy se mantiene la tradición de este acto.
El documento más antiguo que habla del Carnaval data del 12 de mayo de 1268, fechado en la ciudad veneciana. Pero desde mucho antes los habitantes de la ciudad de las góndolas tenían por costumbre usar máscara blanca y tricornio y bauta negros. (La bauta es una capa con esclavina que cubre la totalidad del cuerpo del disfrazado). Este disfraz sobre todo era utilizado por jugadores, para evitar a los acreedores. Y también escondidos tras la máscara hubo muchos asesinatos.
Se tenía por costumbre estar todo el invierno vestido así para andar por las calles de agua venecianas. Lo positivo es que la máscara y la bauta igualaban a todas las clases sociales en la fiesta del Carnaval. Todos eran pares al momento de pasarla bien.
La máscara, incluso, está diseñada de manera tal que apriete un tanto la nariz, y de ese modo hasta desfigura la voz del enmascarado. No hay nombres propios en Carnaval, sólo habrá una Signora Maschera o un Sior Maschera
Cabe destacar que la ciudad albergó a William Shakesperare, al célebre amante Giacomo Casanova y a Thomas Mann, el creador de Gustav Aschenbach, protagonista de La Muerte en Venecia. A todos ellos inspiró para crear obras inmortales. Y eso es genial, porque el Carnaval está para burlar a la Muerte.
Es también en el Carnaval veneciano donde nace lo que conocemos como Commedia dell’ Arte, un tipo de teatro basado en la improvisación, con estereotipados personajes, que serán representados en medio de acciones propias de circo, magia y mímica. Las Compagnia de Calza eran las encargadas de armar esas representaciones en las que nació el célebre triángulo amoroso de Arlequino, Pierrot y Colombina…
Pierrot ama a Colombina de modo romántico, mientras ella le es infiel con Arlequino… Sobre este eterno desencuentro se escribió el tema de Pets Shop Boys, Domino Dancing. ¿Sabías vos?
La Commedia dell’ Arte era llevada a cabo por actores ambulantes, y esto puede encontrarse en la escena en la que Hamlet contrata a unos actores para poner a su tío homicida frente a la verdad, mediante la teatralización del asesinato de su hermano.
En cuanto a Romeo y Julieta, no debemos olvidar que Romeo Montesco puede entrar a la fiesta de los Capuleto y así conocer a Julieta, gracias a la máscara del baile de disfraces.
El máximo esplendor del Carnaval veneciano se dio en el siglo XVI, pero en 1807 Napoleón entró a Venecia y arrasó con el Carnaval, que siguió celebrándose en las fiestas privadas, pero tardó más de un siglo en volver a las calles. Eso ocurrió recién en 1980.
El Carnaval es internacional, no sólo propiedad veneciana. Algo parecido se celebra en India en febrero y marzo. Son los festivales Holi, en los que suenan los tambores y se gritan obscenidades.
En Hungría y Portugal se hacía un Charivari, en el que se tomaba la figura de alguien conocido y se lo criticaba en público, a golpe limpio de cacerolas.
En España fue alentado por Fernando VII e Isabel, pero prohibido en 1523 por Carlos I y por Felipe II. Más tarde fue restaurado por Felipe IV.
En Santa Cruz de Tenerife, Canarias, en 1927 se prohibió a los hombres disfrazarse de mujer, pero nadie hizo caso a ello.
En Argentina, es oficializado en Buenos Aires en 1771, pero el Virrey Vértiz lo confinó a sitios cerrados. Por orden de Carlos II fue prohibido, pero la gente no hizo caso, ni tampoco a los intentos por relegarlo de los Virreyes Cevallos y Arredondo.
En 1810 fue el apogeo, con los clásicos juegos de agua, y Rosas lo protegió, pero, cuando todo se fue de las manos el mismo Rosas lo prohibió en 1844 Sarmiento amaba el Carnaval. Nada mejor que encontrar otro punto de discrepancia con Rosas, su eterno rival. Pero eso es harina de otro costal.
Mi objetivo, hoy, era hablarte de lo que vas a festejar.
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